sábado, 26 de mayo de 2012

CATA DE TORO EN LA POSADA DE TORRELLANO (2ª CATA WINEFLYERS)



20 TOROS 20 (Y ALGUNO MÁS)  PARA 12 AGUERRIDOS TOREADORES
Crónica de la 2ª cata del grupo Flying Wine Tasters celebrada el 24 de mayo en el restaurante La Posada de Torellano (Elche)
VINOS CATADOS
BLANCOS
- BLANCO GENÉRICO 2.011.- Predominio varietal de la verdejo. Bien de frescura y quizá un poco más abocado y con menos sensación de sequedad final que sus vecinos de Rueda.
- BLANCO 2.010.- Evolucionado de color, bastante neutro de aromas y con una boca que marca claramente que su momento ha pasado.-


ROSADOS
- ROSADO GENÉRICO 2.011.- Nariz intensa, golosa, perfumada y muy agradable en cuanto a notas florales. En boca se presenta no demasiado seco, con bastante potencia frutal y frescura suficiente. Muy correcto en su línea.
- ROSADO 2.010.- Color asalmonado denotando evolución, nariz algo neutra donde se detectan más notas oxidativas que frutales y boca donde se corrobora lo detectado en nariz. Efímera la vida de los blancos y rosados de Toro. Guardo una muestra del 2011 de cada tipo para corroborar lo escrito o retractarme dentro de un año.

CATA CIEGA DE VINOS TINTOS
- TRES LUNAS 2.009.- Color negro azulado de capa alta, nariz donde se detecta tinta china a raudales, junto con algo de terracota mojada. La boca potente y golosa, algo dominada por una sensación licorosa tipo “oporto”. El final de boca largo y ofreciendo fruta muy madura. En ningún momento se hacen valer sus 14 meses de crianza en barrica francesa. Puntuación final: 6
-GAGO 2.008.- Desgraciadamente este vino estaba muerto y sólo ofrecía defectos reductivos y desagradables aromas animales en nariz, teniendo en boca la sensación de catar un globo: Vino hueco que desaparece al segundo de entrar y deja una desagradable sensación de ausencia. Puntuación final: 4,5
- NUMANTIA 2.002.- Sólo se detectaba su edad en el color rubí algo apagado. En nariz daba mineralidad y maderas nobles junto con cierta sensación “pulverulenta”, que no desagradaba al no apoderarse del conjunto. En boca mantiene la viveza y elegancia que sólo pueden mantener unos pocos tras 10 años de vida. Puntuación final: 8,5
- QUINTA QUIETUD 2.005.- El color se mantiene vivo y con una capa bastante alta. La nariz da bastante sensación de cerrado que precisa de una larga oxigenación para que comience a remitir. La boca, extrañamente se presenta bastante dulce para lo esperado en este tipo de vino, desconcertando al catador. Aprobado justo. No pasará del verano. Puntuación final: 5,5.
- SAN ROMÁN 2.007.- Color muy subido de capa y todavía con tonalidades cárdenas. Mucha extracción. La nariz se presenta algo comedida respecto a intensidad y muy equilibrada, dando un buen ejemplo de lo que algunos llaman “bouquet”. En la boca más calidad, estilo y equilibrio estructurado. Lo tiene todo, pero sin despuntes. Momento idóneo de Disfrute con D mayúscula. Puntuación final: 9,3.
- DOMINIO DEL BENDITO PRIMER PASO 2.008.- Descalificado por acumulación de defectos. Sólo le faltó tener TCA para sacar un cero patatero. Puntuación final: 3,5.
- TAURUS 2.004.- El color y la capa correctos, la nariz ligeramente evolucionada con un excesivo picor acético al agitar la copa y en boca demuestra claramente que han pasado más de tres o cuatro años desde que dio su última “cornada”. Puntuación final: 4,5
- MATZU 2.008 (El Recio).- Muy correcto y vivo respecto al aspecto visual. Potente y frutal en nariz y con una boca agradable y comedida donde se vislumbran atisbos de buena calidad. Una gran ventaja de la cata ciega es el encontrar sorpresas como ésta, ya que el vino había sido catado en varias ocasiones por casi todos los asistentes y ninguno recordaba los  buenos parámetros tanto aromáticos como gustativos que ofreció este vino. Puntuación final: 7,9.
- DOMINIO DEL BENDITO LAS SABIAS 2.008.- Salió bastante mejor parado que su hermano pequeño de la misma añada, ofreciendo rasgos de viveza y calidad floral en nariz y una boca con viveza, donde desde la entrada hasta el posgusto se observa que han sabido jugar muy bien con la fruta y los tiempos de crianza. Puntuación final: 6,6.
- GRAN COLEGIATA 2.004.- Otra sorpresa de la cata ciega. Se mantiene bastante vivo y ofreciendo dignamente pese a los años las características primigenias de la tinta de Toro. El color ya clareaba y ladrilleaba, la nariz ofrecía elegantes terciarios entremezclados con notas licorosas, la boca sedosa y frutal pero con algo de “agarre” acético  y el posgusto medio y equilibrado respecto a recuerdos frutales y amaderados Puntuación final: 6,3.
- PINTIA 2.006.- Detectable hasta en cata ciega por su estructura, potencia y elegancia, aunque también sin mirar se sabía que no era su hermano de la siguiente añada en la que han conseguido rizar el rizo. El color espeso y muy subido, la nariz compleja e intensa donde se pasea la tinta china, la mineralidad y las especias. En boca potencia, equilibrio entre taninos extractivos, fruta, madera y licores de guinda y grosella negra. El final, eterno y con un cierto dominio de tostados que bajan un puntito el excelente trabajo hecho por el vino hasta el momento. Momento ideal para su consumo. No creo que mejore en botella y ya ha domado sus ímpetus de juventud. Puntuación final: 8,9.
- PRIMA 2.009.- Buen vino en la línea de los de gama media-alta de la zona taurina, con presencia, color y capa de muy buen aspecto visual en cuanto a vida y extracción, una alta intensidad olfativa con una crema de cassis mezclada con perfume de violetas muy lograda y una boca donde las sensaciones gustativas se mueven en oleadas repetidas que te mantienen disfrutando la copa una y otra vez a cada sorbo sin que se diferencien muy bien las fases iniciales y el posgusto. Sensación ésta curiosa y agradable que no se suele detectar en muchos vinos. Puntuación final: 7,5.
- ELÍAS MORA 2.008.- Correcto en fase visual, discreto en la fase olfativa y sin grandes aspavientos en boca. Quizá le toco un mal turno en la cata. Lo tiene todo, lo tiene bien, pero no te enciende la lucecita que indica que hay o se puede esperar un goce mayor. Puntuación final: 6,8.
- CYAN 8 MESES 2.006.- Eminentemente frutal y con enorme extracción, bastante cubierto de capa y con una nariz donde la mora y la tinta dan muy buenas notas de calidad. En boca demuestra potencia comedida y estructura táctil, con sensaciones golosas y aterciopeladas. El final es frutal pero ligeramente aderezada con notas de pimienta y “caja de puros”. Puntuación final: 7,4.
- NUMANTYA 2.007.- En la línea de su hermano del 2.002 pero pletórico de vida y con sensaciones aromáticas y sápidas multiplicadas hasta el infinito. Elegancia en nariz, saber estar en boca y un gran aporte de fruta bien madurada, maderas bien escogidas y con su justo tiempo de permanencia en su seno. En boca nos ofrece esa dicotomía que debe dar un Toro respecto a lo que algunos llamamos puño de hierro en guante de seda. Bien logrado. Puntuación final: 8,3.
- CYAN PAGO CALERA 2.001.- Dado por muerto antes de descorcharlo. Craso error, ya que “el paciente” aún respiraba y mantenía las constantes vitales con bastante más dignidad que algún otro de sus compañeros de cata. El vino tenía esa fragilidad venerable del que tuvo y supo retener para la vejez. Correcto en fase visual, sin suciedades ni defectos en nariz, aunque con la intensidad muy baja y con una boca donde la garra y el volumen carnoso han dado paso a una fluidez y linealidad que demuestra a las claras como debe ser la evolución de una uva bien vinificada aprovechando una añada fría en la que ese aporte de acidez quizá haya ayudado a obrar el milagro de la resurrección. Puntuación final: 6,7.

FUERA DE LA CATA TEMÁTICA
- Muestra en rama de una nueva experiencia de Bodegas Faelo, a la que los presentes auguramos un buen futuro, ya que presentaba una enorme extracción, se había logrado una buena maduración polifenólica pese a lo meridional del viñedo. En cuanto la madera se estabilice y deje expresarse a la fruta, nos encontraremos ante un vino mediterráneo, frutal y goloso que creo que dará que hablar.
- Emina Prestigio 2.011 Edición Especial Verdejo. Un Rueda donde las sensaciones tropicales se multiplican hasta el infinito y quizá adolezca algo de las notas herbáceas y arbustivas que pone en su lugar a los grandes de la zona.

Tras la dura cata,  nuestra anfitriona Carmen nos recompensó con una cena reparadora y equilibrada, donde pudimos degustar platos que llamaron la atención tanto por su impecable presentación como por su perfecta dualidad entre lo  tradicional y lo vanguardista:
- Surtido de panes recién hechos “amb tomaca”.
-Croquetas caseras de verdad.
- Tulipa de Ensalada César templada.
- Revuelto de bacalao a la cazuela.
- Milhojas de verduras con queso de cabra.
- carrilleras ibéricas estofadas a la naranja.
- Un surtido de imaginativos postres que atentaba contra toda operación bikini pasada, presente y futura.
- A los postres y en la sobremesa se disfrutó de un Castaño Dulce de Monastrell 2.005 y un La Palma blanco de moscatel de Faelo, que pusieron un dulce broche final a una tarde-noche donde se sentaron las bases y se perfilaron las directrices de funcionamiento de lo que sin duda será un grupo de cata que pronto se erigirá como referente a nivel ya no solo en la provincia, sino que llegará más allá y dará que hablar para bien de la actual sumillería alicantina.
Que buena imagen!!!

Alguno hizo los deberes antes de la cata

Debatiendo la faena

Que contento estoy!!!

El campo tras la batalla